domingo, 27 de septiembre de 2009

Acá está la Selección

OLE
ESTUDIANTES 2 - BOCA 1
Llamen una Bruja
Así no hay talco que alcance: de la mano de un Verón inspirado, Estudiantes bailó a Boca y lo hundió más. ¿Y ahora? ¿Cambian de ropa o cambian en serio?

La diferencia nunca la hace un solo jugador. Ni siquiera el Messi del Barcelona (no el que sufre autismo futbolístico cuando se pone la celeste y blanca). Sin embargo, hay jugadores que son líderes, que trazan los rumbos, que iluminan las sombras. Juan Sebastián Verón es uno de ellos. Pedro Pompilio lo había advertido tiempo antes de irse de gira y la misma Bruja, único protagonista vivo de aquella charla, reconoció que el entonces presidente de Boca lo había tentado, ya con Riquelme dentro del plantel.¿Qué hacen esos jugadores de especial? Manejan partidos. Los duermen o apuran el reloj, según sea necesario. Trazan estrategias. Juegan. Meten. Gritan. Contagian. Influyen sobre compañeros, rivales, árbitros y tribunas. Y están por encima de todos.Como primera medida, entonces, habrá que decir que Estudiantes tuvo a Verón y Boca no tuvo a Riquelme, su guía. Pero la diferencia que hay hoy entre los dos equipos excede esa coyuntura. Estudiantes respira fútbol, un juego de fluidez donde la pelota se mueve armónicamente sin tartamudear en los pies de nadie. Para Boca, más que un juego es un sufrimiento, un laberinto lleno de otras piernas más veloces que las propias por donde intenta deslizarse una pelota de arena que pesa una tonelada. En el equipo de Sabella-Verón, todo nace de una chispa, de un pequeño shock eléctrico. Una neurona contagia a la otra y se activan los mecanismos de defensa y de ataque. Los laterales hacen el trabajo de pistón. Los volantes arman un abanico que se abre o se cierra según la necesidad, que se mueve y asfixia o ventila. Los que tienen que pensar, piensan, los que tienen que jugar no se esconden y lo que tienen que ejecutar, ejecutan. Hay variantes: la pelota parada de Verón y Benítez, la velocidad de los que van por los costados, las triangulaciones de Pérez, Verón y el que pinte.Boca no tiene plan. No se puede llamar plan a tirarle todo el tiempo pelotazos al 9. Que Palermo hace milagros, lo prueba el gol: ni situación de riesgo era antes de que la clavara junto a un palo. Pero no es, por características propias ni de sus acompañantes ocasionales, un delantero para jugar solo, de ésos que barren todo el frente de ataque. Ese raquitismo ofensivo condenó al equipo a jugar con Abbondanzieri como lanzador para que el Loco pivoteara. Poco para ser Boca, ¿no? Esto, más allá de que el propio Palermo haya tenido otra chance en un derechazo, y de que Insúa haya convertido en apenas pase una asistencia del Loco, por definir livianamente, como si no hubiera real conciencia del abismo al que se asoma Boca fecha tras fecha.La matriz de todos los problemas, sin embargo, parece estar en la semana, allí donde Basile puede y debe tomar decisiones, aplicar premios y castigos, penar la reincidencia. Coco no hizo cirugía mayor después de su semana más terrible y Boca volvió a ser un híbrido, un equipo inconsistente, leve, entregado, casi sin respuestas anímicas. No basta cambiar la vestimenta, no hay polvos mágicos ni exorcistas. Aunque si insisten en llamar a una bruja, Verón está ocupado, paseando a su Estudiantes altivo por las canchas de América.


Pincha United
Verón dijo que su equipo se parece al Manchester. Good...

Estudiantes es campeón de América y puntero del torneo Apertura. Juan Sebastián Verón es el emblema. Y con su larga trayectoria, se animó a comparar al Pincha sensación con otro de los equipos que integró. "Con la Lazio, por la solidez. Un poco con el Parma. Pero por juego, creo que con el que más se parece es con el Manchester United", aseguró la Bruja, quien jugó en ese club inglés entre el 2001 y 2003. Y luego, sobre la diferencia que hubo en la cancha entre Estudiantes y Boca, agregó: "Se juntaron dos factores, por un lado el mal momento de Boca y por otro el muy buen momento de Estudiantes, en donde no hubo relajación y se sigue en alza. Eso se vio en el campo de juego Pero fijarse en la punta ahora no tiene sentido. Lo importante es seguir manteniendo la línea de juego".

Una locura
Palermo inventó un golazo de la nada y fue el octavo que le hizo a Estudiantes: lo insultaron y se enojó.

Muy de Palermo. De los malos momentos de Palermo. Se mueve lejos del gol. Casi a contramano. Va a buscar el pase a un lado, se lo tiran para el otro. Lo espera corto, sale largo. No la toca. Literalmente. Pero de pronto le queda una imposible. Y la mete. Sí. La mete. Después de cinco partidos (cuatro del campeonato y uno de copa). Había sequía. Y lo grita. Con moderación, pero se lo grita a Estudiantes. Y lo insultan. Una locura.Apenas un intento desesperado casi desde el córner arrima al Loco al arco durante el primer tiempo. No es toda culpa suya. Apenas le llega la pelota. No la encuentra Insúa, su cuarto compañero de ataque de la temporada. No la toca Marino, el volante con más juego. Menos va a participar él, que no es un 9 para jugar solo por todo el ataque. Queda perdido entre Ré y Desábato. Pierde de arriba y más de abajo. Lleva a la duda: ¿es el mismo que tiene más de 200 goles en Boca? ¿Ya no volverá a ser el gran goleador de la historia boquense? Hasta viene de fallar tres penales en una práctica de fútbol, como en la Copa América 99...Dos minutos del segundo tiempo son suficientes para que destruya todos esos interrogantes. De una no-situación de gol, inventa un gol. Porque de un pelotazo de Abbondanzieri que cabecea mal Desábato por su presencia intimidante, saca un zurdazo de aire desde la medialuna y lo clava ahí del palo izquierdo. Muy de Palermo. Lo celebra. Se tira al piso con una pirueta como una manera de disimular su grito indisimulable. El octavo a su ex equipo. Y quiere más... Solo desarticula a la defensa rival. Es el único camino que encuentra Boca para arrimarse al arco. Sea una pifia de derecha en el segundo palo o un cabezazo para bajársela a Insúa dentro del área.Los insultos, por el gol y su entrega, le duelen. Como le dolieron en la final del Apertura 06 y cada vez que se vuelven a cruzar desde aquel partido y desde los tres goles en el Clausura 07. No importa que se le haya escapado decir que le gustaría jugar el Mundial de Clubes con la camiseta de Estudiantes. Igual se convierte en el blanco preferido de los hinchas. No son todos, pero sí unos cuentos los que hacen sentir los silbidos.Y es mentira que el jugador no escucha lo que baja de la tribuna. Porque sobre el final, después de correr una pelota dividida con Ré, individualiza de dónde vienen los agravios y se muerde el labio inferior y gira la cabeza de un lado a otro. No entiende que lo traten de esa manera. "No seas boludo", le dice Verón cuando ve que se pelea con la gente. Y se calma. Pasó otro Palermo vs. Estudiantes de locos.

Aprender de Estudiantes
Al margen de circunstancias fortuitas, en el fútbol hay lógica y este 1-2 es otra prueba: suele ganar el que viene mejor, el que tiene más confianza, el que se siente superior. Basile, a diferencia de las que han sido sus prioridades históricas, armó el equipo de atrás para adelante. Es un plan válido en casos generales e imprescindible en este momento particular. Volvieron a fallarle los ejecutantes. No había que cometer faltas a los costados, para evitar los riesgos de la pelota parada, e Ibarra hizo tres (no pareció tal la que dio origen al 1°). Calderón espera siempre al borde del área grande, ¿de quién era esa zona? A un delantero como Salgueiro se lo marca con el rigor que Cáceres -doble falla en el 2°- no tuvo. La generación de fútbol dependía de la dupla Insúa-Marino, otra decepción. Insúa merece otra oportunidad por su pasado, Marino ya no por su presente. Estudiantes, en tanto club modelo para los entendidos, marca un camino para imitar en muchos aspectos. No tanto por sus triunfos coperos, que Boca también los ha conseguido y en mayor número, sino por sus políticas institucionales. Prefiere técnicos jóvenes o con poca/nula experiencia. A algunos los cambia en medio de un campeonato, si los resultados no acompañan, porque ningún DT vale más que un plantel. A la estrella le toleran absolutamente todo. Si algún dirigente rezonga, le quedan dos alternativas: acepta los privilegios del star o renuncia. Al máximo goleador lo bancan -lo sientan en el banco- sin revisarle DNI. ¿Apuesta a las Inferiores? Sí, Boselli. El Pincha jamás protesta un arbitraje y menos de un internacional como Pezzotta, mismo pito de la definición 06. Los de La Plata, como su procedencia lo indica, administran con prolijidad. Y si el último balance da más de 15.000.000 de déficit, pese a haber llegado a dos finales internacionales, no interesa, pues el dinero se recuperará con los palcos de la nueva cancha... Boca necesita asumir los riesgos de esta crisis, reconocer las debilidades, construir desde las fortalezas y, a través de sus autoridades, mandar mensajes claros, firmes y creíbles.Insistir con los jugadores en baja forma fue el error, no ese nuevo 4-4-1-1.

A Enzo se le escapó la Gallina
¿Te pusieron Enzo por Francescoli?Pérez, el Enzo de Estudiantes, apenas respondió con una sonrisa irónica y cargada de felicidad. Pero una imagen vale más que mil palabras. Y en ese festejo desbocado, de cara a la popular de Boca, al mendocino le salió del alma su fanatismo por River. Gritó una y mil veces el gol, con los puños bien apretados, como celebraría cualquier hincha millonario en un superclásico... Sin embargo, el volante de Estudiantes se hizo el distraído: "Ameritaba un festejo así porque Boca es un grande".La gente de Boca no interpretó como una descarga inocente los gestos de Pérez. De hecho, después del gol desde la popular visitante no pararon de insultar al 8, quien encima se movía por ese sector. Y ahí a Enzo se le escapó otra vez el hincha: respondió tomándose los genitales con su mano derecha. Obviamente, ni el asistente Horacio Herrero ni Sergio Pezzotta vieron el gesto, porque de lo contrario al volante le hubiera costado la expulsión.Así como no resistió la tentación de gritarles en la cara el gol a los hinchas de Boca ni de contestar las agresiones, Enzo tampoco resiste el archivo. El 26 de noviembre del 2006, antes de enfrentar a River con Godoy Cruz, contó su pasión por la Banda: "Soy hincha desde siempre. Hasta me pusieron Enzo por Francescoli...".Como todo Estudiantes, el mendocino atraviesa un presente espectacular que lo llevó a la Selección. Ayer, de 35 pelotas que tocó, 24 las jugó bien. Además, si bien se destaca en ataque, la recuperó 12 veces. Claro que su mejor aporte fue el gol y una apilada que terminó en Abbondanzieri. "Mi nivel se debe al funcionamiento grupal. Este rendimiento nos hace ilusionar a todos", dijo Enzo, este jugador pincha de corazón millonario.

Zapping
Sabella se enojó por el descuento
Enojado por los cuatro minutos que adicionó Pezzota, Sabella pateó el suelo y terminó rompiendo su propio zapato por la bronca. "Podríamos haber sacado una diferencia más grande", dijo después, feliz.
Román se prepara para su regreso
Riquelme no se tomó descanso en la mañana del sábado, a pesar de que sus compañeros estaban concentrados esperando el partido. El 10 estuvo entrenándose en Casa Amarilla, acelerando así la recuperación de su tobillo derecho. "Quiero volver ante Vélez", dijo el jueves. ¿Llegará?
La primera vez de Clemente ante Boca
El lateral tuvo su primer partido ante Boca y casi festeja: a los 11 minutos del segundo tiempo, recibió un pase bárbaro de Verón y, entrando por derecha, quedó mano a mano con Abbondanzieri, aunque la jugada quedó anulada por offside. En la previa, se abrazó con sus ex compañeros.

Una roja más un penal
Pezzotta le pifió feo: no sancionó ¡tres! faltas en la misma jugada (dos contra Battaglia y una mano) ni echó a Enzo Pérez por los gestos del festejo del 2-1.
Así como a veces tiene el pito a favor, esta vez Boca lo tuvo en contra. Las que Sergio Pezzotta no cobró podrían haber cambiado el rumbo de un partido que, igualmente, perdió con justicia. ¿Las más graves? No sancionar un penal a Battaglia cuando iban 0-1 y no expulsar a Pérez.A los 38 del PT, hubo tres penales al mismo tiempo: mientras Benítez le tironea la camiseta, Desábato no sólo lo empuja sino que termina pegándole un cachetazo al balón, por el cual cobró el córner pero nada más. Ya en el segundo, no vio a Enzo Pérez en el festejo del 2-1: el volante celebró haciéndole gestos al público de Boca, largo tiempo, de ida y vuelta. Por si no lo vieron, poco después se tomó los testículos. No hubo sanción.Hubo otros fallos sin tanta incidencia: evitó amonestar a Verón por un foul a Ibarra, aunque el Negro sí vio la amarilla (que luego debería haber duplicado) por una falta similar a la Bruja. Una mala tarde.

Caldera es abuelo... de Boca
El tipo lleva dos cuentas: los días que le faltan para el final de su carrera, que será el 19 de diciembre, cuando Estudiantes juegue el segundo partido del Mundial de Clubes, y el de los goles que convirtió. Por ese motivo, el festejo de José Luis Calderón ayer fue distinto: mostró una camiseta que hacía alusión a los 300 goles que -entiende él- está a punto de alcanzar...Para Caldera, sólo le falta un grito para arribar a esa marca. Registra los goles en la Primera, en el Ascenso con Cambaceres y Estudiantes, en México, y todos los convertidos en competencias internacionales. Sin embargo, las cifras oficiales no coinciden. Según el registro de Olé, el delantero tiene 272 goles. En torneos locales de Primera hizo 136 (57 en Estudiantes, 50 en Independiente y 29 en Arsenal. En copas, metió nueve en el Pincha, la misma cantidad en el Rojo y cinco en el Arse. En la B Nacional gritó 26 y en su etapa en Cambaceres, en la B y la C, festejó 43. En México, convirtió 16 en el América y 28 en el Atlas.Más allá de las diferencias en las estadísticas, los números de Calderón asombran. Como asombra que a los 38 años se haya metido en un equipo que juega a mil y que no haya desentonado; corrió como Boselli. Más, reemplazó tan bien al jugador cuyo pase es de Boca y Estudiantes (por eso no jugó) que metió el gol que Mauro venía haciendo por fecha.Nada menos que ante Boca, un equipo al que Caldera le ha gritado en la cara 13 goles entre partidos locales e internacionales. Fue su verdugo con todos los colores de camiseta: Estudiantes (5), Independiente (4), Arsenal (2) y América (2). "¿Cuál fue el más lindo? El próximo, el de este partido", había anticipado el delantero. Y, una vez más, Calderón cumplió con el ritual.

La Copa se mira...
En medio de este presente oscuro, preocupante, hay otra luz gigante de alarma que se enciende. Los números, al cabo, delatan el pobre rendimiento del equipo. La estadística señala que es el peor arranque de Boca en torneos cortos, teniendo en cuenta la racha (tres caídas, dos empates y un triunfo), llamativo, claro, para un club acostumbrado a pelear siempre arriba. Sin embargo, lo que más asusta es lo difícil(isimo) que se avizora la clasificación a la Libertadores. Quedó a 11 puntos puntos de Central, el último que ingresaría hoy. Sí, la misma distancia que lo separa del Pincha, el líder del torneo y los mismos puntos que le llevaba San Lorenzo en el Apertura 08 obtenido por Ischia.El gran objetivo de este semestre, más allá de la lógica búsqueda del título, era sumar los puntos para no mirar la Copa del año que viene por televisión. Con este panorama, cada vez pinta más complicado, máxime contemplando la distancia numérica con los rivales que lo aventajan y la cantidad de equipos (nueve) que tiene por delante.

El medallero
Juan S. Verón
Embrujo de fútbol. Lo único que le faltó fue pitar el comienzo, el final y las faltas. ¿O también hizo eso?
Federico Insúa
Tenía una función clave: no dejar solo al Loco. Lo abandonó y encima definió pésimo un pase del 9.
Martín Palermo
Nunca oculta el dolor que le produce someter al equipo del que es hincha. Lo putearon y se aguantó calladito.
Enzo Pérez
La genitalidad al palo, se agarró los testículos frente a la gente de Boca. ¿Vieron? Basta de pedir huevo...
Leandro Benítez
Enganche por acá, una finta más allá, el pase delicioso del primer gol... No parece chino, sino bien argento.


"Nos vemos el lunes a las 10"
Coco esta vez no amagó con renunciar y citó al plantel para mañana, pero la dirigencia, con Ameal a la cabeza, está que arde. ¿Seguirá?

Las tres imágenes, las tres situaciones, cada una a su modo, definen este momento de Basile, otra vez en la cornisa."Nos vemos el lunes a las diez", les dijo el DT a sus jugadores, ya en el vestuario, con una nueva derrota, la tercera en el torneo, la cuarta de este ciclo, ya consumada. La frase, en primer término, dice algo importante: el Coco, esta vez, no amagó con renunciar. Al menos, no se le cruzó como una reacción en caliente, tal como sí había pasado tras el mazazo ante Godoy Cruz. Y la citación para mañana puede leerse como un mensaje de continuidad para su plantel."Silenzio stampa, otra vez", fue lo único que se le escuchó al Coco antes de subir al micro, todavía en cancha de Quilmes, en medio de un clima de impotencia, sin voces de sus players, golpeados también por el peor arranque en torneos cortos. Aquello que dijo alguna vez al salir de la cancha de Arsenal y que luego terminó en remontada con título en el Apertura 05, esta vez se da bajo otra circunstancia: hoy, así, no parece estar Boca-equipo en condiciones de repetir algo similar."Vamos, Coco, se puede". Esta vez no hubo palabras del entrenador, sí de un hincha que de ese modo quiso alentarlo al llegar al hotel Emperador, el centro de reuniones del último domingo cuando hubo olor a fin de ciclo. Basile, en este caso, habló con su rostro. Ante estas expresiones de apoyo, el DT siempre suele decir algo. Pero ayer no tuvo fuerzas ni siquiera para hacerlo. Apenas acompañó a esa persona con un abrazo. Sólo eso. Más que eso.Qué será del futuro del Coco es una cuestión que puede empezar a resolverse hoy mismo. Por lo pronto, la noche de anoche no tuvo el mismo movimiento que se vio hace una semana. De hecho, Basile no convocó a Bianchi a ninguna reunión para "hablar de fútbol". No se acercaron familiares del DT. Pero tampoco hubo dirigentes (la última vez, además del manager, había estado Juan Carlos Crespi). Y esto no es un dato menor. Según dicen en el club, Ameal está que vuela con el DT. "No se lo banca más", confiesan puertas adentro. Al presidente, encima, todavía le hace ruido una frase en la que Coco lo involucró hace muy poco. "Si esto fuera fácil, dirigiría Amor Ameal". El chiste se le volvió en contra.El otro que está desencantado es Bianchi. El Virrey no sólo no pasó por el hotel, ni siquiera estuvo en Quilmes. Pero ya le confesó a gente cercana su decepción con Coco. Entiende que se jugó y puso la cara por alguien que no le da respuestas. ¿Volverá a darle una muestra de apoyo como la del martes? ¿O el respaldo ya no es tal?"Esto no da para más". La frase se escuchó de varios directivos. ¿Podrá Basile revertir este momento futbolístico y, ahora, la falta de banca dirigencial? Se vienen horas decisivas.

¿Y si me pasás la receta?
Antes del partido, Coco participó de un ameno encuentro con Sabella. También estuvieron el presidente Ameal y el Ruso Ribolzi.

Flor de ausencia
Por primera vez Carlos Bianchi no acompañó al equipo en lo que va del torneo. Y su ausencia no dejó de ser sugestiva. Más si se tiene en cuenta que el martes pasado fue quien puso el pecho ante la prensa para desmentir, sin convencer, que el Coco Basile estuvo a un pasito de renunciar al puesto de DT. Continuará...


Fuente: Diario OLE